El uso del dinero en efectivo tras la pandemia ha decaído notablemente a nivel mundial, ya que existía gran temor por miedo al contagio a través de las monedas y los billetes. Desde entonces los pagos digitales han llegado a ser una forma de pago tan común como el uso del efectivo, en cambio los economistas y entidades como el BCE comenzaron la investigación para la posible creación del euro digital, una versión digital del euro para adaptarse a los tiempos. "El efectivo no permite explorar todas las ventajas que ofrece la creciente digitalización de la sociedad y la economía" afirma Juan Ayuso, director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España (BdE).


¿Qué es el euro digital?


El euro digital consiste en un medio de pago aceptado de forma generalizada en toda la eurozona, siendo ademas complementario al efectivo. Permitiendo acceder a servicios básicos como abrir una cuenta de ahorros o cargar fondos.


Uno de los aspectos positivos del euro es la capacidad de "asegurar el acceso al dinero emitido por el banco central en el ámbito digital", según señala el experto del Banco de España. Y es que el efectivo es la base de la confianza de la ciudadania en el sistema monetario por la certeza de que se puede obtener efectivo en cualquier parte de la eurozona  El euro digital, "contribuiría a mantener esa confianza en la moneda en el nuevo entorno" destaca Juan Ayuso.


Juan Ayuso también aboga en su artículo por la idea de que el euro digital se fundamentaría en una infraestructura pública, lo cual haría que el sistema financiero europeo fuera "más independiente de alternativas extranjeras". Esto adquiere relevancia debido a que la infraestructura que facilita los pagos electrónicos (máquinas, conexiones, protocolos, etc.) es una pieza fundamental del sistema financiero actual y lo seguirá siendo en el futuro. Cuanta mayor sea la independencia, menor será el riesgo de un colapso.


"Contribuiría a este propósito también la modalidad offline, que permite realizar pagos en euros digitales sin necesidad de conexión a Internet y que se ofrecería junto con la modalidad online. El modo offline proporcionaría una solución de respaldo ante posibles interrupciones de la red y posibilitaría la realización de pagos digitales en áreas geográficas donde actualmente no son una opción", añade.


Un tema delicado en el desarrollo del euro digital es si este afectará a la confidencialidad de las personas que lo utilicen para efectuar pagos. En este contexto, Ayuso señala: "El Eurosistema procesaría los pagos, pero sin conocer la identidad de las partes involucradas en cada transacción".